Financiación – Renting Carretillas

El renting es un contrato de alquiler, según el cual una persona, ya sea física o jurídica, disfruta del uso de una carretilla a cambio de pagar al propietario una cuota de alquiler mensual fija, durante un periodo pactado que suele ser de tres, cuatro o cinco años.

Acuerdos con las principales entidades bancarias y financieras, nos permite ofrecerle las mejores condiciones en renting. Las opciones financieras flexibles de Makele le permiten obtener el equipo y el servicio que necesita a un precio que se adapta a su presupuesto.

Renting: una opción útil para ambas partes El renting o alquiles de bienes es un tipo de financiación muy útil para empresas que necesitan un bien determinado para realizar una actividad empresarial o para abrir una nueva línea de negocio. Por otro lado, las empresas que necesitan liquidez y tienen bienes disponibles que pueden alquilar, tendrán ante sí una gran solución de financiación. En definitiva, un win to win, en donde todas las partes ganan.

Ventajas del renting

El renting es una opción que las empresas deben considerar por las ventajas que conlleva: El cliente puede disponer de un bien sin tener que desembolsar una gran cantidad de dinero.

El arrendador consigue un dinero para su negocio, sin la necesidad de endeudarse ni de prescindir de sus bienes.

El arrendador da salida a bienes en propiedad, evitando su obsolescencia programada. Es decir, obtiene una rentabilidad.

Los bienes alquilados en una operación de renting no se incorporan al patrimonio de la empresa que lo alquila, y, por tanto, no influyen en el balance de la corporación.

El contrato de renting no está influido por las fluctuaciones en los tipos de interés.

La empresa o profesional que alquila el bien no se endeuda, por lo que la tesorería de la empresa se mantiene intacta. Sin embargo, puede disponer de un bien necesario para su actividad empresarial.

El renting es un gasto fiscal deducible, siempre que el bien objeto del acuerdo esté destinado a uso profesional. Conseguiremos una inyección de dinero y la empresa o el profesional pueden desgravarse los impuestos en su declaración.

Las cuotas que paga el cliente deben ir con su IVA correspondiente, pero también se puede deducir fiscalmente.

En los contratos de renting se permite que el cliente adquiera el bien, una vez finalice el acuerdo. Evidentemente, para poder llevar a cabo esta cláusula, el cliente ha de haber pagado la totalidad de los plazos.

El renting no suma CIRBE. Es decir, la empresa que alquila el bien no aumenta su endeudamiento. Esto significa que puede obtener un bien a través del, renting y solicitar otro tipo de financiación para otro fin empresarial, sin limitar sus posibilidades de obtenerla.

Ahorra costes. El riesgo asumido en una nueva aventura empresarial es sensiblemente menor.